jueves, 28 de mayo de 2009

La devoción de tu retrato...

A la devoción de tu retrato…

“amamos lo que no conocemos,
lo ya perdido…”
J.L. Borges…

Tengo tu retrato frente a mí, entre velas, copal, y todas esas cosas que se le ponen a un altar.
Eres mi jaguar invisible, te apareces ante mí en sueños y me siento viva.
Lleno de las heridas de mi ausencia, lacerado, te postro ante el altar que mi mente ha forjado para ti, y sostienes el secreto del paraíso con tus manos de ceniza que dejan en mi frente una cruz de gloria.
El olor de todo lo sagrado que existe en este plano espiritual se ve reducido a tu perfil que prefiero más que a cualquier reflejo, y al pensar en tus labios es cuando más creo en la devoción que le guardo a tu simple retrato.
Persigo todos y cada uno de tus recuerdos desnudo, flácido, vulnerable, tratando de protegerme. Pienso en ti tan intensamente en estos momentos que mi piel sangra, suda, mis músculos se tensan, y mi boca recita tu nombre y apellido. Deseo que bajo un poder sobrenatural, tu también estés pensando en mi en este preciso instante, y que ese pensamiento me toque por debajo de la ropa y haga erizarse los vellos de mis nalgas blancas.
Blanca.
El nombre de una amiga de mi infancia, y el mismo color de tu piel tan polaca.
Nuestra piel junta, blanca, es la pared donde se recarga la luna, en nuestros cuerpos haciendo el amor en una hamaca negra, conjurando con nuestro pneuma al susurro de la selva.
De tu selva.
De la selva de tu Chiapas sagrado.
Tuve un sueño hace un par de horas, y en el, estaba yo, terrenal, siendo bendecida por tu voz, y el tatuaje que tienes besado por mi simple boca.
Me gustaría ver tu retrato siendo devorado por las llamas, pero no tengo el valor de arrojarlo, pues cobraría aun más fuerza el poder maligno que ejerces sobre mí.
Te necesito lacerantemente como una llaga en mi cuerpo.
Sin embargo, he optado por quemar, en vez de tu pinche retrato, la pluma con la que escribo esto, esperando así, que el liquido incandescente que cae de ella sobre mi piel, rescate mi mente, de tanto pensarte...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

la oscuridad se me aparece como luz , es un atributo de tus letras . un abrazo y mi correo por si te interesa pablo_philosopho@hotmail.com

Dylan Forrester dijo...

Te hallo de casualidad por aquí y quedo cautivado por la intensidad de tu poética.
Espero nos leamos.

Saluditos...

deja vu inverso dijo...

oyga usted atrae puro poeta... muy chido el texto.

saludos y buen dia

Julio dijo...

A veces las lecturas mal hechos de lo bien escrito, me recuerdan a una puta en Viernes por la noche, es increible el fanatismo que de pronto me provoca la imaginación de ver lo que escribes pintado de verde...y pensando que un dia de estos te veré, porque, como lo veo, ya no pasas por mi blog, ni por los inicios del dia.


Besos, buen escrito.

Julio dijo...

¿Donde estás?