martes, 4 de noviembre de 2008

Tú y mil puñales desnudan mi existencia...

A Yaser...

Me necesitas para odiarme. Abrazas la soledad, sabes que es hiriente, que yo lo soy algunas veces con mis palabras y aún así, tomas mis lunares y actúas como ente maligno.
Me despojas de ellos. Dejas cicatrices.

Tú y mil puñales dejan desnuda mi existencia.

Mis dedos masturban tu mirada cuando los ves posados sobre mi boca.

El llanto árido y doloroso de la noche termina en mis hombros desnudos ante tí.
La soledad une el firmamento de lágrimas nocturnas.
Te necesito en mi cama besándome la nuca.

Tus manos se posan en mi rostro y crean un espejo misterioso.

La eternidad del viento yace en el sonido de nuestras miradas.

A ambos nos falta un pedazo de alma pero se complementan con la esencia de nuestras lágrimas.

Hazle el amor a mi vida para que no se sienta sola y triste.
¿Qué no ves que está al borde de la muerte?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde su púlpito de maldad,
nos sume en la soledad,
esta en los guetos de sogüeto,
la realidad de Islamabad,
su malicia es única,

Daniela Villarreal Rubio dijo...

totalmente en la plenitud del ser.