lunes, 27 de octubre de 2008

LIENZOS DE SOLEDAD Y DE SILENCIO

Hoy no estas. Has volado. Ayer vimos a la soledad. Un pájaro amarillo. Y vimos a la mariposa. Y los hombres caídos. Platicamos frente a los sueños inertes y las esperanzas en el lienzo.Todo frente a las esperanzas. No te impresionaron muchas.Pero fueron suficientes para que yo las entendiera y hablamos el mismo idioma. El tuyo, aunado al mío. Un solo idioma. Sin palabras. Sin señas. Sin sonidos. Mientras tratabas de poner palabras en mi vida, yo te observaba, te observé. Admiré tus ojos hacedores de magias. Maravillosos, hermosos. Claros y con un brillo inexplicable. Movías tus manos como aves. Dibujando los significados de tus pensamientos.Yo asintiendo siempre. Y admirándote. Me resultas guapo.Tanto nos divide. Una barrera latente.Pero me siento tan cercana a ti.Me siento bien a tu lado. Me siento como una de tus pinturas. Uno de tus cuadros. Pero más profundo. Eres mi pintor. Pintas una sonrisa, una alegría mágica a mi rostro cuando te veo.¿Cómo estás?, siempre me preguntas al verme. Yo te respondo: más o menos. Estoy, que es ganancia. Vivo. Existo.Pero lo que no te digo es que cuando estoy contigo, mi pintor, me encuentro bien. Existo. Pero aún mejor. Un día te contestaré: Bien. Feliz. Cuando realmente lo sienta.Al despedirme, te dí un abrazo. Te conté que para mi un abrazo es magia?. No. Solo te dije que me gustaban las mariposas y las aves. El abrazo que te dí, lo quise hacer mágico, pero no lo complementaste. Y sin más, te dije: te quiero.Deseé que hubieras entendido lo que dije. Te lo dije para que supieras lo que siento.Me fui.Tú volaste, hoy. A Guadalajara.Yo me quedé, regresé con los lienzos de ese día que platicamos. Los lienzos de la soledad que te dije que tanto me gustaron. Los que los reos pintaron. El lugar donde nos reencontramos ese día. Y te extraño.

1 comentario:

Julio Romano O. dijo...

Oye... gracias por tu comentario. De verdad lo aprecio.
Seguiré escribiendo en este blog mientras (man)tenga mi columna en el periódico, je...
Ah, por cierto...a mí (¿también?) me duele mucho Guadalajara. Muy buen texto éste, como también el que encabeza, por ahora, el blog.